26 mar 2016

¿Debe usted ser bautizado? Por Herbert W Armstrong

Capítulo 3  Que es un verdadero cristiano?            Recordemos a que nos comprometimos cuando nos bautizamos!!
¿Debe usted
ser bautizado?
Por Herbert W Armstrong
“¡ARREPENTIOS!" proclamo el jadeante y sudoroso evangelista a una multitud de
ávidos seguidores en la plaza de la ciudad.
Era un día cálido, húmedo, asfixiante, en que el calor les asediaba en ondas que
emanaban del pavimento ardiente bajo sus pies. A medida que crecía en fervor e
intensidad la ronca voz del evangelista de esquina, aumentaba la excitación de la
multitud.
Finalmente el hizo una apasionada suplica instando a todos al arrepentimiento.
De inmediato acudieron docenas de sus escuchas, quienes, con lagrimas en sus
sudorosos rostros, se dejaban llevar en la cresta de una enorme ola de emoción
humana.
Y fueron bautizados — ¡en ese mismo lugar y al momento!
¿En que forma?
El evangelista había obtenido un permiso del Departamento de Bomberos. ¡Quito
la válvula a la toma de agua de esa esquina y roció a la multitud entera—con una
manguera contra incendios!
¿Fue este bautismo valido?
Un cambio de escena
A esa misma hora, un domingo por la mañana, una joven pareja, pulcramente
vestida, de clase media, sostenía con orgullo a su recién nacido frente al pastor de
una moderna iglesia protestante.
El pastor graciosamente salpico a ese trocito de humanidad con unas cuantas
gotas de agua. El pequeño había sido bautizado.
¿Fue valido este bautismo?
La escena cambia de nuevo. Se esta efectuando un bautismo en una iglesia de
otra secta. Llevando puestas vestimentas impermeables de goma, tanto el pastor
como los candidatos descienden al interior del tanque de agua. El pastor inclina a los
candidatos hacia atrás, sumergiéndolos por completo en el agua.
¿Acaso es esta la forma correcta de bautizar?
Simultáneamente, y sin relación alguna con ninguno de los participantes
anteriores, aun otro bautismo esta teniendo lugar lejos, fuera de la ciudad. En un
arroyo de abundantes aguas cristalinas, un ministro se encuentra sumergiendo a un
numero de candidatos — también "sepultándolos" completamente en el agua. Pero
este ministro no acepta como bautismo el efectuado en un tanque de agua. El los
sumerge en el riachuelo o río caudaloso.
¿Acaso fue este bautismo mas valido que los otros?
Rociar, salpicar, sumergir. A campo abierto, bajo techo. Recién nacidos rociados.
Adultos de quienes se ha requerido el arrepentimiento. Otros que son bautizados por
el solo hecho de profesar a Cristo, sin necesidad de arrepentimiento.
Y en muchas iglesias no existe ninguna forma de bautismo.
Pero lo que si parece abundar en todo ello, es la confusión.
¿Acaso hay alguien que sepa cual es la forma correcta? ¿Importa acaso la
manera o método que se use para efectuar el bautismo—o siquiera si uno se bautiza
o no? ¿Por que hay tanta confusión al respecto?

Un mundo en confusión religiosa
¡Jesucristo predijo que estas cosas sucederían!
El advirtió que usted viviría en un mundo literalmente lleno de confusión religiosa.
El dijo: "Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo:
Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán" (Mateo 24:4, 5). Tome note del hecho de
que Cristo dijo que muchos serian engañados, y asimismo que muchos vendrían
"en su nombre", es decir, empleando el nombre de Jesucristo como si tuvieran la
autoridad de El.
También dijo: "Y muchos falsos profetas se levantaran, y engañarán a muchos"
(Mateo 24:11).
En este embrollo de conflictos, cismas, divisiones, discusiones, interpretaciones
personales y filosofías particulares que componen la religión cristiana de nuestra
sociedad occidental, resalta un hecho extraordinariamente claro: estas profecías de
Jesucristo, expresadas en términos bien sencillos, se están cumpliendo ¡literalmente!
¡Al pie de la letra!
Hoy en día existen mas de doscientas diferentes sectas u organizaciones
religiosas legalmente reconocidas —cada una profesando estar predicando y
enseñando exactamente lo que esta en la Biblia— ¡y existen edemas otros grupos
cismáticos y "organizaciones" independientes, las cuales suman un total de mas de
400 sectas diferentes dentro de la cristiandad de nuestro hemisferio!

¿Pueden todas tener la razón?
La persona promedio es propensa a decir: " ¡Pero seguramente todas estas
iglesias no pueden estar equivocadas!"
Pero, ¿por que no podrían estarlo?
¡Jesucristo dijo que la gran mayoría lo estaría!
A la mayoría de las personas nunca se les ocurre plantearlo de esta manera: "
¡Seguramente todas estas iglesias no pueden estar en lo cierto!" Lo único que se
necesita hacer es sacar una simple deducción: El solo hecho de que haya tantos
puntos de vista diferentes prueba, por si solo, esta ultima afirmación. ¡No, todas ellas
no pueden estar en lo correcto!
¡El dilema que se le presenta a la persona seglar consiste entonces en averiguar
quien tiene la razón, y como poder comprobarlo!
Recuerde que el apóstol Pablo dijo: "Examinadlo todo; retened lo bueno" (1
Tesalonicenses 5:21). Isaías dijo: ";A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a
esto, es porque no les ha amanecido" (Isaías 8:20). El apóstol Pablo enseñó a cierto
grupo de judíos en Berea, quienes eran "mas nobles que los que estaban en Tesalónica,
pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las
Escrituras para ver si estas cosas eran así" (Hechos 17:11).
Recuerde: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia" (2 Timoteo 3:16).
Ese es el motivo por el cual constantemente nos oirá decir: "no me crea a mi, no
nos crea a nosotros a menos que, o hasta que, haya investigado y comprobado todo
en su propia Biblia".
Compruebe todo por si mismo y con todo cuidado, a su entera satisfacción, hasta
que usted sepa la pura verdad acerca del bautismo—¡consultando estas escrituras en
su propia Biblia!

¡Cristo ordeno el bautismo!
¡Jesucristo de Nazaret fue bautizado! Mas adelante vera usted que el bautismo es
un símbolo externo de la sepultura del viejo "yo", y de la resurrección a la vida—¡a
una forma de vida nueva y diferente! Se nos ordena el bautismo como una señal
externa de nuestro arrepentimiento, y de nuestra disposición de rendir nuestras vidas
por entero a Dios—como señal de que estamos dispuestos a sepultar el viejo "yo".
¡Jesús jamás pecó! El no tenia necesidad de ser bautizado como pecador
arrepentido—pero lo hizo tan sólo porque "Cristo padeció por nosotros, dejándonos
ejemplo, para que sigáis sus pisadas" (1 Pedro 2:21). El bautismo de Cristo,
entonces, fue un ejemplo para todos los verdaderos cristianos.
"Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por el. Mas
Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y vienes tu a mi? Pero
Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.
Entonces le dejo. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he
aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como
paloma, y venia sobre el. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo
amado, en quien tengo complacencia" (Mateo 3:13-17). ¡Fíjese! Jesús dijo: "Deja
ahora—porque así conviene que cumplamos toda justicia". ¡Juan reconoció que
Jesús no necesitaba ser bautizado, sino que, mas bien, el mismo —Juan— era quien
precisaba ser bautizado!
Jesús nos estaba dando un ejemplo a seguir.

Un solo bautismo
Pedro, predicando en el día de Pentecostés del año 31 de nuestra era, dijo:
"Arrepentios, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos 2:38).
Posteriormente dijo: "así que, arrepentios y convertios, para que sean borrados
vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio"
(Hechos 3:19). ¡Muchos fueron profundamente convencidos de sus culpas como
resultado de los fantásticos milagros que habían visto, y a causa del hecho casi
increíble de la resurrección de Jesucristo! Dios dice: "así que, los que recibieron su
palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas?'
(Hechos 2:41). ¡Tome nota del hecho de que lo primero que hicieron después de
haber experimentado el verdadero arrepentimiento por vez primera fue bautizarse!
El apóstol Pablo escribió a los efesios: "[Hay] un cuerpo [una verdadera Iglesia de
Dios], y un Espíritu [el Espíritu Santo de Dios], como fuisteis también llamados en una
misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe [conjunto de creencias,
doctrina verdadera], un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y
por todos y en todos" (Efesios 4:4-6).
Fíjese bien —¡solamente hay un bautismo! O sea, que según la inspirada Palabra
de Dios, ¡solamente hay un bautismo que es verdadero, autorizado y valido!
No existen dos o tres diferentes métodos o formas; no hay varias maneras
diferentes de efectuarlo —cada una "tan aceptable como la otra".
¡Dios no dejó a los caprichos de este mundo el inventar sus propias "formas" de
establecer ritos religiosos y luego atribuirles el titulo o nombre de Cristo y llamarlos
cristianos!
¡Dios nos permite decidir —si— pero no cual habrá de ser nuestro método para
adorarle y servirle, sino decidir si vamos a obedecer el único método que El, el
Creador, ha establecido para nosotros! ¿Cuál es, entonces, ese "bautismo único"?

Lo que es el bautismo
¡El vocablo griego baptizo significa sumergir, meter dentro, sepultar, echar dentro!
¡La palabra, en si, no puede en ninguna ocasión significar otra cosa que no sea
sumergir o zambullir completamente en agua!
En la discusión de este importante tema, Dios podría haber inspirado el uso de un
vocablo griego diferente de baptizo, pero con esta palabra pudo ilustrar
perfectamente el significado tridimensional de lavamiento, sepultura y resurrección.
Por ejemplo, las palabras ekcheo, proscheo y katacheo se derivan de la raíz cheo
que quiere decir "verter" o "derramar". Se utilizan en tales escrituras como Juan 2:15;
Hechos 2:17-18; Apocalipsis 16:1-4; Hebreos 11:28; Mateo 26:7 y Marcos 14:3 con
respecto a esparcir monedas, derramar el Espíritu, las copas de la ira de Dios y un
vaso de alabastro, y asperjar o rociar la sangre sacrificial. En algunas iglesias, vierten
o . salpican el agua durante sus ceremonias de bautismo, creyendo erróneamente
que esto es lo que Dios quiere decir cuando dice baptizo.
Hay otra palabra, rantizo, que se utiliza en Hebreos 9:13,19, 21; 10:22; 12:24 y 1
Pedro 1:2 y significa "rociar". Estas dos palabras no tienen el mismo sentido. Son
enteramente distintas.
Dios inspiró el uso del vocablo griego baptizo en cada caso donde la Escritura habla
del bautismo. Este termino nunca se traduce por la palabra castellana "rociar".
También puede tener el significado de "lavar" o "bañar", pero siempre es un lavado
por sumersión. Se utiliza figuradamente para indicar el concepto de "estar abrumado".
En el griego clásico denotaba a veces personas que nadaban o barcos que se
hundían. Es imposible nadar en el derramamiento de un puñado de agua. Un barco
no puede hundirse en un chapoteo. Un cuerpo no puede ser sepultado en una
salpicadura de nada— ni agua ni tierra.
Examinemos de nuevo el ejemplo que esta en Mateo 3:13-17. Jesús fue a Juan,
¡y le encontró a orillas del río Jordán! Pero, ¿por que allí? Si Cristo hubiese querido
autorizar el que se rociara a los infantes, o que se vertiera agua de una palangana
sobre la cabeza de alguien, ¿por que se tomo la molestia de ir hasta el río Jordán?
Fíjese: "Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua!" (Mateo 3:16).
¿Que estaba haciendo Jesús dentro del agua en primer lugar — si el método que
hubiera querido autorizar fuese el de rociar o salpicar?
Observe el relato de Marcos: "Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de
Nazaret de Galilea, y fue bautizado [que en griego significa sumergido, sepultado,
zambullido I por Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los
cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre El" (Marcos 1:9,10). En
seguida, observemos que el bautismo de los creyentes arrepentidos requería de agua
en gran cantidad, y no tan sólo de una taza del liquido: "después de esto, vino Jesús
con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba [sin
embargo, lea Juan 4:1-2, donde se aclara que Jesús mismo no bautizaba, sino que
sus discípulos y estudiantes lo hacían por El]. Juan bautizaba también en Enón, junto
a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados" (Juan
3:22-23).
¡Juan había ido hasta este lugar especifico debido a que había allí mucha agua
disponible para bautizar! ¡El bautismo es, entonces, el acto de sumergirse totalmente
en el agua como símbolo de la sepultura de nuestro antiguo "yo"!

Una sepultura completa
¿Ha presenciado usted alguna vez un funeral donde dejaron tendido sobre el
suelo el cuerpo del difunto y le salpicaron la cabeza con unos cuantos puñados de
polvo? Desde luego que no—semejante espectáculo seria ridículo y contrario a todas
las leyes de la salud y del sentido común.
La inmersión en una tumba acuática es un simbolismo profundamente espiritual
que significa la sepultura del viejo "yo"—usted, y la manera en que ha vivido—, y la
resurrección del nuevo yo — ahora conquistado por Dios, rendido a Dios en una
sumisión mansa y humilde como un niño obediente, que conga en El como su Salvador
viviente.
Veamos como lo explica Pablo en el libro de Romanos: "¿O no sabéis que todos
los que hemos sido bautizados [¡sumergidos!] en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con El para muerte
por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del
Padre, así también nosotros andemos [vivamos] en vida nueva" (Romanos 6:3-4)
El apóstol Pablo estaba explicando este proceso, y como afectó a su vida cuando
decía, "Y yo sin la ley [sin el conocimiento de la ley] vivía en un tiempo; pero venido el
mandamiento [a su conciencia—de manera que se enteró de lo que es el pecado], el
pecado revivió [logró ver claramente que era un gran pecador] y yo morí" (Romanos
7:9). Y agrega Pablo, ". . . el pecado, tomando ocasión por el mandamiento [la ley de
Dios había quitado el disfraz del pecado para revelarlo tal como es], me engañó, y por
el me mató. De manera que [porque la ley de Dios le había tildado de pecador] la ley
a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno" (Romanos 7:11-12).
¡El bautismo es símbolo de sepultura! El apóstol Pablo dijo: "Con Cristo estoy
juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi; y lo que ahora vivo en
la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amo y se entregó a si mismo por
mi" (Gálatas 2:20).
Dios nos ordena, a través de Pablo: "así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Romanos
12:1-2). ¡Si una persona esta experimentando el verdadero arrepentimiento, le esta
entregando efectivamente su propio ser a Dios! ¡Se esta considerando a si mismo
muerto en lo que a pecado se refiere, pero vivo por medio de Dios y de su Hijo
Jesucristo! "Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para
Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado [y pecado es la
transgresión de la ley (1 Juan 3:4)] en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo
obedezcáis en sus concupiscencias" (Romanos 6:11-12).
Recuerde: "La paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23).
Puesto que todos han pecado (Romanos 3:23) y están destituidos de la gloria de
Dios—y puesto que la paga del pecado, que es la infracción de la ley de Dios (1 Juan
3:4) es muerte — ¡de ahí que, el bautismo simboliza dicha muerte!
Y es solamente un símbolo!
¡Pero si es preciso que simbolicemos la muerte de nuestro "antiguo yo", siendo
simbólicamente sepultados bajo el agua en el bautismo! "Porque si fuimos plantados
juntamente con El en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su
resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con
El, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos mas al
pecado" (Romanos 6:5-6).
Que fácil de entender!
¡Aunque Cristo murió por nuestros pecados — sin embargo nos ordena que
obedezcamos su ejemplo y su orden de que tipifiquemos la crucifixión y sepultura del
viejo yo, siendo sumergidos en una tumba "de agua", y levantados de inmediato como
si se tratara de una resurrección, para vivir de un modo completamente distinto!
¡Este es el único método autorizado que se menciona en la Biblia—y cualquier
otro método inventado por el hombre es totalmente opuesto a la Palabra inspirada de
Dios, y por lo tanto no es valido!
¡De seguro debe ser una terrible parodia o farsa a los ojos de Dios el ver que se
convierta en un carnaval un acontecimiento tan serio y profundamente personal como
lo es el bautismo de un pecador—evento que simboliza la muerte y sepultura del viejo
yo, como señal externa de un arrepentimiento total!

¿En el nombre de quien?
Algunos dicen que debemos ser bautizados en el nombre de Jesús solamente.
Otros alegan que el bautismo ha de llevarse a cabo en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. ¿Quién tiene razón?
La Biblia no nos deja dudosos. En Hechos 2:38 se declara explícitamente:
"...bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo...", ¿Que quiere decir
un policía cuando detiene a un infractor "en el nombre de la ley " o un funcionario del
gobierno cuando actúa "en el nombre del Presidente"? La conclusión obvia es que tal
acto se esta llevando a cabo por la autoridad de la ley (el gobierno) o del Presidente.
De manera que cualquiera que bautice, siendo el mismo un verdadero y
designado siervo de Cristo, que lo haga con la autoridad de Jesucristo. (Discutiremos
mas adelante en este capitulo con quien debe ponerse en contacto si tiene preguntas
sobre el bautismo.)
Pero ahora, advierta en Mateo 28:19 una instrucción adicional con respecto al
bautismo: ". . . id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo". El nuevo converso en efecto se
convierte en un nuevo hijo de: Dios —que un día ingresara en la familia de Dios. De
modo que ha de ser bautizado con el nombre de dicha familia.

¿Cuándo debe efectuarse el bautismo?
De seguro, a la luz de las escrituras que hemos leído, la respuesta a esta
pregunta es obvia.
¡Puesto que el bautismo es señal externa de arrepentimiento total , y de una
disposición por propia voluntad de sepultar al viejo yo, nunca debería involucrar a
niños!
¡El bautismo simboliza el acto de apartarse de una vida de pecado! ¡Simboliza la
muerte y sepultura del "viejo yo"! ¡No constituye alguna "formula mágica" mediaría
cual uno llega a recibir la "buena gracia" de Dios, o albo parecido! El bautismo no es
un ritual secreto para "afiliarse a una secta". ¡El bautismo no es "cristianar" a un
infante al nacer!
¡El bautismo no tiene validez si se efectúa rocío salpicando, mojando con un
lienzo húmedo, con una manguera contra incendios!
El bautismo no es cosa de niños!
¡Seria algo muy raro realmente que un adolescente de 16 o 17 años de edad
estuviese realmente preparado para el bautismo! Si ha habido casos en que
jovencitos y jovencitas de esta edad han llegado a cierto grado de madurez les
permite llegar a un estado de verdadero arrepentimiento—pero estos han sido muy
pocos y excepcionales en verdad.
El bautismo debe realizarse solamente como resultado de un arrepentimiento total
y absoluto hacia Dios, y de fe integra en la sangre de Jesucristo. ¡Solamente una
mente madura, una mente que puede considerar el costo (Lucas 14:25-33) de lo que
va a realizar, debería considerar el bautismo!

¿Y usted?
Pero, ¿que decir respecto a usted? ¿Ha sido usted bautizado? ¿Fue efectuado su
bautismo en la forma' Dios ordena? ¿Realmente se arrepintió usted primero? ¿Sabia
usted lo que es el arrepentimiento? ¿Sabia usted de que arrepentirse? ¿Sabia usted
realmente lo que es e pecado, según la definición bíblica? ¿Se llego a sentir usted
completamente quebrantado con relación a su vida anterior, al método que usted
empleaba para llevar adelante sus asuntos particulares, su negocio, su hogar?
¿Llego usted a estar tan disgustado consigo mismo, con su propia naturaleza y
personalidad, con sus hábitos y formas de expresión, que ya sencillamente no podía
tolerar vivir consigo mismo por mas tiempo?
¿Y no tan solo sintió usted esto como una emoción muy real y muy profunda, sino
que también llego a comprender por entero que usted debería rendirse en obediencia
total hacia Dios y su ley? ¿Acaso vino usted a Jesucristo en un estado de sumisión
incondicional, poniendo fin a su rebelión contra los caminos de Dios— acaso llego a
arrepentirse por completo de haber ido en pos del mundo?
¿Comprendía usted plenamente que estaba siendo sepultado y que un "nuevo yo"
iba a emerger del agua?
Realmente "calculo el costo" de lo que hacia cuando fue bautizado?
Tal vez usted sea como la mayoría de las personas que nos escriben. Ellas
pueden "ver" muchas verdades nuevas leyendo La Pura Verdad. Quizá hace muchos
años, dichas personas fueron bautizadas durante una campana evangélica al estar
acampando con un grupo afín en su iglesia o aun cuando eran pequeñas. Ellas
aceptan que no hubo ningún cambio dramático en sus vidas cuando fueron
"bautizadas", pero se sienten "satisfechas" puesto que ahora están adquiriendo y
aprendiendo algunos "puntos nuevos de verdad".
Pero ¡esto no es suficiente! ¡Recuerde—y no lo olvide jamás—que creer sin
obedecer no basta para permitirle entrar al Reino de Dios! ¡Aun los demonios "creen"
y tiemblan! (Santiago 2:19)
¡Satanás el diablo es el mas férvido creyente de todos los tiempos! El cree que
Jesús es el Cristo. ¡Cree en el alumbramiento de la virgen, en la tentación y prueba
de Jesús, en la crucifixión y resurrección de Cristo; que Cristo ascendió a la mano
derecha de Dios el Padre, y que regresara de nuevo!-¡El cree en todos los puntos
esenciales para obtener la salvación! Sabe que son ciertos — ¡pero se rehúsa a
obedecerlos!
¡Es preciso aunar la obediencia a la creencia para poder entrar en el Reino de
Dios! ¿Que dice usted de todo esto? ¿Esta siendo verdaderamente honrado consigo
mismo?
Para ustedes que ya se bautizaron o tuvieron una "experiencia religiosa", a
menudo surge la pregunta problemática: ''¿Que debo hacer? ¿Necesito bautizarme
de nuevo?"

El "re-bautizo'' en el Nuevo Testamento
¿Recuerda usted el ejemplo de Apolos durante la primera época de la Iglesia
neotestamentaria? Era un orador entusiasta y elocuente de gran fervor- religioso que
hablo con sabiduría y entendimiento. Había oído ciertas cosas acerca de Jesús y
Juan el Bautista y del mensaje que predicaban, y las había repetido. Predicaba este
mensaje y convencía a muchos de sus meritos, y estos se bautizaban, creyendo en el
mensaje que Apolos les había enseñado.
Pero cuando el apóstol Pablo se encontró con la gente que fue instruida por
Apolos, noto que faltaba algo en la instrucción de Apolos. No les había enseñado
acerca del Espíritu Santo de Dios — que El nos otorga a fin de engendrarnos como
sus hijos, para darnos el poder necesario para sobreponernos a nuestras tendencias
humanas. Esta gente ni había recibido el Espíritu Santo, ni sabia que era. Hoy en día
también hay un gran numero de personas a quienes les falta este conocimiento tan
básico y absolutamente vital para la salvación.
Apolos mismo necesitaba de instrucción adicional. La recibió de una pareja
dedicada que pertenecía a la Iglesia de Dios, y de los ministros de la Iglesia de Dios.
Y. por supuesto, aquellos individuos a quienes Apolos había predicado necesitaban
de enseñanzas suplementarias, que recibieron del ministerio de Dios de aquel
entonces, y todos se bautizaron de nuevo (léase la historia en Hechos 19). Si usted
se encuentra en semejante situación, es posible que le haga falta considerar el
re-bautizo.

Una calle de dirección obligatoria
Quizás no esta consciente de esto, pero en realidad su vida es similar a un viaje por
una calle de dirección obligatoria. No es posible dar la vuelta, dejar la calle por una
avenida interseccional y escapar de este viaje inevitable. Este viaje es su vida
humana y física. Usted, como un ser humano viviente y pensante,—con su rutina
establecida sus amigos, familiares y socios, la totalidad de su manera de vivir—esta
acercándose a un día extraordinario y ominoso.
Usted se esta aproximando a una encrucijada importantísima. El camino se
bifurca..Y usted tendrá que escoger " . . . os he puesto delante la vida y la muerte, la
bendición y la maldición; escoge, pues, la vida . . . " (Deuteronomio 30:19).
Si usted se ha percatado de la verdad de Dios y si se ha dado cuenta de que es
un pecador (Romanos 3:23), que el pecado es la infracción de la ley de Dios (1 Juan
3:4) y que usted, por consiguiente, es transgresor de la ley, digno de muerte
(Romanos 6:23)—¡entonces Dios le llama a arrepentirse! Esta es la encrucijada
inevitable a la que usted se esta acercando. Es el punto en su vida en que el
Todopoderoso Dios le declarara responsable por el inestimable conocimiento que va
recibiendo; y El le preguntara, "¿Que ha hecho usted al respecto?". ¿Que le
contestara usted?
De las cartas de muchos centenares de ustedes sabemos que hay un numero
considerable de personas que quieren, en verdad, hacer algo al respecto.

Consultas sobre el bautismo
Para aquellos que se han dado cuenta de que han de contar con la sangre
preciosa de Jesucristo para cubrir sus pecados pasados—y que desean con gran
anhelo el perdón de Dios y que quieren comenzar en serio, e incondicionalmente a
obedecer a Dios—¡helas aquí buenas nuevas!
Quizás algunos de ustedes tengan dudes con respecto a un bautismo anterior; u
otros, que jamás se bautizaron, hayan llegado a la convicción de la necesidad
absoluta del mismo como requisito para la salvación. Cualquiera que sea su
categoría, si quiere consultar con uno de nuestros representantes, no vacile en
escribirnos. Será un placer para nosotros concertar una cite para una entrevista personal
y privada con usted. Para eso estamos.
''¿Y mientras tanto...?''
Recuerde que Dios nos manda crecer en gracia y conocimiento (2 Pedro 3:18). Y
lo que nos ayuda a crecer es un estudio cuidadoso y constante de la Palabra
inspirada de Dios. "...la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Romanos
10:17). Aproveche el tiempo. Estudie las Escrituras que aluden específicamente a
puntos concretos y prácticos del vivir cristiano que Dios exige a todo hijo suyo.
Imagínese en las mismas circunstancias; examínese a la luz de las normas reveladas

en la Biblia; y ponga en practica en su propia vida estas palabras inspiradas.

(Que es un verdadero cristiano? Por Herbert W Armstrong)
Temas conectados 
Capítulo 1: El sermón del monte
Capitulo 2: ¿Qué es el verdadero arrepentimiento?
Capitulo 3: ¿Debe usted ser bautizado?
Capitulo 4: Usted puede ser saturado del poder de Dios
Capitulo 5: La tentación vencida 
Capitulo 6 :El por qué de las oraciones sin respuesta 
Capitulo 7: Claves para la oración efectiva