6 mar 2016

¿Qué es el verdadero arrepentimiento?

¿Qué es el verdadero arrepentimiento?
"Acuérdate de lo que has recibido y oído. Guárdalo, y arrepiéntete. Si no velas, vendré como ladrón, Y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Apocalipsis 3:3
Por Herbert W Armstrong (que es un verdadero cristiano capitulo 2)
UN PROMINENTE líder religioso dijo en una ocasión: "Entendamos primeramente lo que no es el cristianismo. ¡Este no es un camino de vida!"
Pero, ¿cuales son entonces las acciones del individuo recién convertido, que hacen de el un cristiano? Comúnmente se cree que el sentimiento de compunción por las malas acciones cometidas, mas la aceptación (y/o adoración) de Cristo es una experiencia que salve. Millones de sinceros, bien intencionados y fervientes individuos están contentos de ser cristianos —satisfechos de ser candidatos a la vida eterna —cuando en realidad, y aunque usted no lo crea, ¡Jamás han dado el primer paso para llegar a ser verdaderos cristianos!
Pero veamos lo que la Biblia dice: "Desde entonces comenzó Jesús a predicar..." (Mateo 4:17). ¡Jesús era un predicador! Jesucristo vino con un mensaje de Dios el Padre—¡y ese mensaje fue lo que El predico! ¿Que fue lo primero que dijo a sus oyentes que hicieran? ". . . Arrepentios, porque el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 4:17). Note que la exhortación de Jesús es: "¡Arrepentios!"
Mas tarde, los apóstoles—Pedro, Santiago, Juan, Pablo y otros—predicaron el mismo mensaje que Jesús trajo procedente de su Padre. Cuando Pedro se levanto para explicar los sorprendentes eventos del día de Pentecostés, en el año 31 d. de J.C., dijo: "Arrepentios, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del espíritu Santo" (Hechos 2:38). Mas tarde, Pedro dijo: "Arrepentios y convertios, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio" (Hechos 3:19). "Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente", amonesto Jesús severamente en Lucas 13:3, 5.
 De modo que se requiere algo mas que la aceptación de Jesús como Salvador personal. ¡Jesús mismo así lo dijo! Arrepentirse y ser convertido es cambiar. Ese es el verdadero significado de la palabra "convertir". Pero, ¿en que consiste ese cambio?
¿Cambiar que?
"Yo soy un hombre nuevo", dijo el fumador reformado. " ¡Por fin deje el vicio de fumar!" Este individuo creyó que por haber dejado ese mal habito era ya un hombre cambiado. Pero, ¿lo era realmente?
¿Que es lo que Cristo quiere que usted cambie? ¿Meramente su modo de "pensar" acerca de El? ¿Que cambie usted su "actitud" hacia la religión? ¿Que cambie de iglesia? ¿Que cambie sus hábitos? En realidad, ¿que es lo que usted debe cambiar?
El apóstol Pablo explico que "la mente carnal es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede" (Romanos 8:7). La mente carnal es la mente humana natural; es el "modo de ver las cosas" normal, sincero, natural, común con que todos nacimos. ¡Es la mente de todo ser humano normal antes de que se opere el cambio a que Cristo se refiere! Pablo prosiguió: "Y si alguno no tiene el espíritu de Cristo, el tal no es de el" (Romanos 8:9). ¿Noto eso? Si alguno no tiene el espíritu de Cristo—no pertenece a Cristo, y por lo tanto, ¡no es un cristiano! Este cambio tiene que ver con la mente carnal y el espíritu de Cristo. Veamos otro importante pasaje: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os conforméis a este siglo; sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Romanos 12:1-2). Estudie ese pasaje. Dios dice que usted tiene que experimentar una renovación, una transformación, un cambio—en la mente.
¡Y ese cambio en la mente es un cambio en la naturaleza humana! El modo de obrar de la naturaleza humana, normal, natural, es el del egoísmo. El ego es su fuerza motora. Es la complacencia del "yo", la satisfacción del ego —el impulso de obtener para si lo que forma la base de la naturaleza humana. Usted es extremadamente egoísta.
Todos los seres humanos somos egoístas. Y, tras el egoísmo de toda persona yace la causa fundamental de todo ello— ¡la vanidad!
El deseo que toda persona tiene de ser "agradable", "simpática", de ser aceptada por la sociedad, admirada, respetada, amada por los demás, ¡todo eso es vanidad! Es la vanidad la que hace a los hombres decir: "¿Que dirán mis amigos?" o: "¿Que pensara la gente?"
Atrapados en la sociedad
Viviendo y habiendo sido educado en un mundo que todo lo hice de acuerdo con lo que la gente piensa, a usted probablemente le interesa mucho la opinión de sus amigos, vecinos y parientes. ¡Esta era, esta sociedad le tiene aprisionado! Sean cuales fueren las normas, todo aquello que es visto con aprobación por las personas cuya aceptación usted desea, ¡eso viene a ser el patrón de su vida! Si usted es como la mayoría de las personas, vive en la forma o modo mas apropiado para ganarse la aceptación y aprobación que busca. Usted es parte de este mundo. Su vida esta regulada por el mundo y sus costumbres, sus días festivos, sus practicas en los negocios; y también por su vida social, su vida religiosa y los diversos principios aceptados por la sociedad que compone este "mundo".
La mayoría de las personas están atrapadas por la sociedad — atrapadas en la tolerancia y conformidad hacia cualquiera que sea el modo de obrar de la mayoría— siguiendo ciegamente los dictados de la sociedad, sin preguntar jamás si esa es la senda correcta, sino simplemente aceptándolos y conformándose a ellos.
Es precisamente para liberarnos de las garras de la sociedad y sus tradiciones que Jesús nos llama y nos exhorta a "salir" de este mundo—a huir de este sistema babilónico!
Jesús le llama a salir de la sociedad
 Jesús dijo: "Mi reino no es de este mundo” (Juan 18:36). El era el Mensajero de Dios el Padre que traía las Buenas Nuevas de un mejor reino —¡el Reino de Dios! Cuando Cristo anduvo en la Tierra como hombre, hablo a sus discípulos de un futuro gobierno mundial que abolirá y abatirá todo gobierno de hechura humana que se oponga, y asumirá las riendas de este mundo (Apocalipsis 2:26-27). El pidió en oración que sus discípulos fuesen guardados del mundo, es decir, que no fuesen participes del mal de este mundo. "Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son... el mundo los aborreció, porque no son del mundo… no ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Juan 17:9,14-15).
¿Sabia usted que Jesucristo mismo dijo que si usted es un verdadero cristiano, quizás hasta sus amigos, parientes y relacionados —esta sociedad, el mundo— le aborrezcan?
Lea el siguiente pasaje:                                                                                                                       
"Si el mundo os aborrece, sabed que a mi me ha aborrecido antes que a vosotros Si fuerais del mundo el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece” (Juan 15:18-19). Jesús dijo que la propia familia suya comenzaría a menospreciarle cuando usted se dispusiera a obedecerle a El. "No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa" (Mateo 10:34-36).
Si usted sigue realmente a Cristo — vive como El vivió; hace las obras que El hizo —guarda la Ley de Dios como El la guardo —esta sociedad, aun aquellos que consideraba sus mas íntimos amigos, y sus propios familiares, empezaran a resistirle, a despreciarle, y hasta a perseguirle.
"Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento... Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles . . . A estos [sus examigos de la sociedad] les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan" (1 Pedro 4:1-4).
 Note cuan enérgicamente Dios fija en el animo de todo cristiano que tiene que descontinuar sus relaciones con esta sociedad pecaminosa. "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no esta en el. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" (1 Juan 2:15-17).
Claro que los cristianos tienen que continuar viviendo en este mundo. Y mientras obedecen completamente a Dios —siempre evitando conformarse a este mundo—  deben tratar de estar " . . . en paz con todos los hombres" (Romanos 12:18). Y, si un cristiano tiene diferencia de opinión con otro, que siempre la exprese sin ser ofensivo.
Calcular el costo
En Lucas 14 Jesús advierte severamente a todo posible cristiano que calcule, que considere lo que cuesta ser un verdadero seguidor de El. Cuando en las innumerables campanas evangélicas de hoy se invite a la gente a "decidirse por Cristo", ¿a cuantos se les dice que calculen y consideren el costo—o se les hace ver siquiera lo que el costo es?
¿Se les dice lo que realmente significa eso? ¿Se les instruye cómo entregarse a Dios —como servir a Cristo— que hacer? ¿Se les enseña que tienen que salir de esta sociedad , y no conformarse al mundo?
¡No! ¡Decididamente nada de eso se les dice! Hoy en día a muchos individuos se les insta a "aceptar a Jesús" o a "recibirle", en el momento en que el aguijón del remordimiento por errores cometidos en el pasado les acosa. ¡Pero millares no saben que hacer para llegar a ser cristianos de verdad!
¿Cuál es el costo?
 Recuerde que Jesús le dice lo que usted tiene que hacer para llegar a ser un cristiano.
"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrara en el reino de los cielos, sino el que hace ]a voluntad de mi Padre que esta en los cielos" (Mateo 7:21) “¡Arrepentios!" "¡Haced la voluntad de Dios!", dijo Cristo.
La voluntad de Dios se expresa en su Palabra. "Tu palabra es verdad" (Juan 17:17). Es la verdad, la Palabra de Dios, la que le haré libre. He aquí, pues, lo que realmente cuesta llegar a ser un verdadero cristiano, y llegar a ser un hijo engendrado de Dios:                                                                                                                 
          ¡El costo es su propia vida!
¿Le sorprende esta aseveración? Quizás si, a menos que piense que he empleado esa afirmación como una especie de "fraseología espiritual", que no es sino otra manera de decir: "da tu corazón al Señor", o algún sentimentalismo similar.
 La Palabra de Dios le dice que usted debe, literalmente, dar su vida por Cristo. "Arrepentios, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del espíritu Santo" (Hechos 2:38). Cuando todo su ser haya sido quebrantado, su voluntad este totalmente hecha añicos, y sienta absoluta aversión hacia su persona— profundo aborrecimiento hacia sus acciones y manera de vivir—su ego, que es la vanidad dentro de su persona— ¡entonces usted debe ser bautizado!
Un cambio de la mente
El apóstol Pablo era un cristiano verdadero. Tenia el espíritu de Dios, que esta prometido a todo aquel que efectivamente entregue su vida, rinda su voluntad, y lleve a cabo la ordenanza del bautismo, y se allegue al trono de gracia de Dios, con toda humildad. Pablo dijo: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amo y se entrego a si mismo por mi" (Gálatas 2:20).
Después de usted arrepentirse y ser bautizado, lo cual simboliza la sepultura del ego carnal y hostil hacia Dios— el espíritu Santo es implantado dentro de su mente, y la hace cambiar. Jesucristo empieza a motivar, o estimular sus pensamientos, a guiar y dirigir cada una de sus acciones—a vivir de nuevo su vida, pero ahora dentro de usted.
¡Y todo eso lo hace El por medio del poder del espíritu Santo de Dios!                                                                                                                                                                      Este es un gran misterio para la mayoría de los seres humanos—y sin embargo, el espíritu de Dios tiene que entrar a nuestras mentes carnales para cambiarlas y hacerlas sumisas, humildes y obedientes a Dios, en todo aquello en que, en otro tiempo, eran antagónicas, irritables y rencorosas hacia nuestro Creador. El recibir el espíritu de Dios que cambia la naturaleza humana, es la recepción de un poder exterior—¡el engendramiento que nos convierte en hijos de Dios!
Una actitud cambiada
 Si es usted un verdadero cristiano, ya no podrá seguir ciegamente las costumbres y practicas de esta sociedad. Por lo contrario, empezara a preguntarse: "¿Cuál es la voluntad de Dios? ¿Que dice Dios acerca de esto?" Y empezara a escudriñar la Biblia para saber la voluntad de Dios.
 Su perspectiva y su actitud gradualmente vendrán a ser según el modo de obrar de Cristo. Empezara a decir con El: "Mas no se haga mi voluntad, sino la tuya".
En todo aquello en que usted seguía la corriente de la mayoría: creencias religiosas, actividades sociales, maneras de vestir, la practica de los negocios, etc.— en todas estas cosas, en todas estas corrientes usted deseara mirar mas detenidamente. Ahora usted comenzara a inquirir, a indagar mas a fondo la razón y el origen del camino de los muchos. Y deseara indagar y confirmar primeramente cual es la voluntad de Dios acerca de esos modos de vida.
Esa es la definición de un cristiano.
Un cristiano es aquel que vive por cada palabra de Dios.                                                     
 "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4:4). ;Tales fueron las palabras de su Salvador! Pero, ¿viven los mas que profesan ser cristianos por cada palabra de Dios?
¡No! La mayoría de los que profesan ser cristianos ni siquiera saben una pequeña porción de lo que la Palabra de Dios dice. Debido a que no estudian la Biblia, ni han empezado siquiera a alimentarse con la Palabra de Dios, crédulamente aceptan y reciben todo lo que otros dicen y creen.
Lo que esto significa para usted
El cristiano es, pues, conquistado por Dios. Su voluntad carnal queda completamente quebrantada. Se da perfecta cuenta de que ha pecado. (El pecado es cualquier acción contraria a las Leyes de Dios [1 Juan 3:4].) Entonces el clama a Dios e implore perdón por aquellos pecados, y ruega que le sea levantada la pena de muerte que toda trasgresión trae consigo (Romanos 6:23). El acepta la promesa de Dios de perdón, en fe, por medio de su aceptación del sacrificio de Cristo, su aceptación de la muerte de Jesús, sufrida en su lugar. El cristiano cumple luego con la ordenanza del bautismo, demostrando así su sinceridad para con Dios.                                                                   El confía en que Dios sostendrá y cumplirá su promesa de darle el espíritu Santo, como resultado del arrepentimiento y el bautismo que El ordena en su palabra.                       Entonces —y nunca antes de ese entonces— usted se convertirá en un verdadero cristiano.                                                                                                             
Finalmente, usted empezara a practicar habitualmente Ia vida misma de Cristo. "El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no esta en el" (1 Juan 2:4). "El que dice que permanece en el [que es un cristiano], debe andar como el [Cristo] anduvo" (1 Juan 2:6). El verdadero cristiano, que realmente se ha arrepentido, vivirá como Cristo vivió. Guardara las Leyes de Dios, será obediente a El en todo y se convertirá en receptor de la inmensa felicidad e incontables bendiciones que vienen aparejadas con la obediencia.
"Pues para esto fuisteis llamados: porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas" (1 Pedro 2:21). ¡Examínese a si mismo!
Estudie estos pasajes en su propia Biblia. Muchos de ustedes piensan que ya están "salvados" y que ya son buenos cristianos. "Así que el que piensa estar firme, mire que no caiga" (1 Corintos 10:12).

 Recuerde la amonestación: "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo esta en vosotros, a menos que estéis reprobados?". (2 Corintios 13:5). Servir a Cristo — obedecerle, vivir como El vivió, seguir a Cristo, imitar a Cristo. ¡Eso es lo que significa entregarse a El!


(Que es un verdadero cristiano? Por Herbert W Armstrong)
Temas conectados 
Capítulo 1: El sermón del monte
Capitulo 2: ¿Qué es el verdadero arrepentimiento?
Capitulo 3: ¿Debe usted ser bautizado?
Capitulo 4: Usted puede ser saturado del poder de Dios
Capitulo 5: La tentación vencida 
Capitulo 6 :El por qué de las oraciones sin respuesta 
Capitulo 7: Claves para la oración efectiva





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