¿Qué es el verdadero arrepentimiento?
"Acuérdate de lo que has recibido y oído. Guárdalo, y
arrepiéntete. Si no velas, vendré como ladrón, Y no sabrás a qué hora vendré
sobre ti. Apocalipsis 3:3
Por Herbert W Armstrong (que es un verdadero cristiano capitulo 2)
UN
PROMINENTE líder religioso dijo en una ocasión: "Entendamos primeramente
lo que no es el cristianismo. ¡Este no es un camino de vida!"
Pero,
¿cuales son entonces las acciones del individuo recién convertido, que hacen de
el un cristiano? Comúnmente se cree que el sentimiento de compunción por las
malas acciones cometidas, mas la aceptación (y/o adoración) de Cristo es una
experiencia que salve. Millones de sinceros, bien intencionados y fervientes
individuos están contentos de ser cristianos —satisfechos de ser candidatos a
la vida eterna —cuando en realidad, y aunque usted no lo crea, ¡Jamás han dado
el primer paso para llegar a ser verdaderos cristianos!
Pero veamos
lo que la Biblia dice: "Desde entonces comenzó Jesús a predicar..."
(Mateo 4:17). ¡Jesús era un predicador! Jesucristo vino con un mensaje de Dios
el Padre—¡y ese mensaje fue lo que El predico! ¿Que fue lo primero que dijo a
sus oyentes que hicieran? ". . . Arrepentios,
porque el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 4:17). Note que la
exhortación de Jesús es: "¡Arrepentios!"
Mas tarde,
los apóstoles—Pedro, Santiago, Juan, Pablo y otros—predicaron el mismo mensaje
que Jesús trajo procedente de su Padre. Cuando Pedro se levanto para explicar
los sorprendentes eventos del día de Pentecostés, en el año 31 d. de J.C.,
dijo: "Arrepentios, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del espíritu
Santo" (Hechos 2:38). Mas tarde, Pedro dijo: "Arrepentios y
convertios, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio" (Hechos 3:19). "Si no os
arrepentís, todos pereceréis igualmente", amonesto Jesús severamente en
Lucas 13:3, 5.
De modo que se requiere algo mas que la
aceptación de Jesús como Salvador personal. ¡Jesús mismo así lo dijo!
Arrepentirse y ser convertido es cambiar. Ese es el verdadero significado de la
palabra "convertir". Pero, ¿en que consiste ese cambio?
¿Cambiar que?
"Yo soy
un hombre nuevo", dijo el fumador reformado. " ¡Por fin deje el vicio
de fumar!" Este individuo creyó que por haber dejado ese mal habito era ya
un hombre cambiado. Pero, ¿lo era realmente?
¿Que es lo
que Cristo quiere que usted cambie? ¿Meramente su modo de "pensar"
acerca de El? ¿Que cambie usted su "actitud" hacia la religión? ¿Que
cambie de iglesia? ¿Que cambie sus hábitos? En realidad, ¿que es lo que usted
debe cambiar?
El apóstol
Pablo explico que "la mente carnal es enemistad contra Dios; porque no se
sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede" (Romanos 8:7). La mente carnal
es la mente humana natural; es el "modo de ver las cosas" normal,
sincero, natural, común con que todos nacimos. ¡Es la mente de todo ser humano
normal antes de que se opere el cambio a que Cristo se refiere! Pablo
prosiguió: "Y si alguno no tiene el espíritu de Cristo, el tal no es de
el" (Romanos 8:9). ¿Noto eso? Si alguno no tiene el espíritu de Cristo—no
pertenece a Cristo, y por lo tanto, ¡no es un cristiano! Este cambio tiene que
ver con la mente carnal y el espíritu de Cristo. Veamos otro importante pasaje:
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro
culto racional. Y no os conforméis a este siglo; sino transformaos por medio de
la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Romanos 12:1-2). Estudie ese
pasaje. Dios dice que usted tiene que experimentar una renovación, una
transformación, un cambio—en la mente.
¡Y ese
cambio en la mente es un cambio en la naturaleza humana! El modo de obrar de la
naturaleza humana, normal, natural, es el del egoísmo. El ego es su fuerza motora.
Es la complacencia del "yo", la satisfacción del ego —el impulso de
obtener para si lo que forma la base de la naturaleza humana. Usted es
extremadamente egoísta.
Todos los
seres humanos somos egoístas. Y, tras el egoísmo de toda persona yace la causa
fundamental de todo ello— ¡la vanidad!
El deseo que
toda persona tiene de ser "agradable", "simpática", de ser
aceptada por la sociedad, admirada, respetada, amada por los demás, ¡todo eso
es vanidad! Es la vanidad la que hace a los hombres decir: "¿Que dirán mis
amigos?" o: "¿Que pensara la gente?"
Atrapados en la
sociedad
Viviendo y
habiendo sido educado en un mundo que todo lo hice de acuerdo con lo que la
gente piensa, a usted probablemente le interesa mucho la opinión de sus amigos,
vecinos y parientes. ¡Esta era, esta sociedad le tiene aprisionado! Sean cuales
fueren las normas, todo aquello que es visto con aprobación por las personas
cuya aceptación usted desea, ¡eso viene a ser el patrón de su vida! Si usted es
como la mayoría de las personas, vive en la forma o modo mas apropiado para
ganarse la aceptación y aprobación que busca. Usted es parte de este mundo. Su
vida esta regulada por el mundo y sus costumbres, sus días festivos, sus
practicas en los negocios; y también por su vida social, su vida religiosa y
los diversos principios aceptados por la sociedad que compone este
"mundo".
La mayoría
de las personas están atrapadas por la sociedad — atrapadas en la tolerancia y
conformidad hacia cualquiera que sea el modo de obrar de la mayoría— siguiendo
ciegamente los dictados de la sociedad, sin preguntar jamás si esa es la senda
correcta, sino simplemente aceptándolos y conformándose a ellos.
Es
precisamente para liberarnos de las garras de la sociedad y sus tradiciones que
Jesús nos llama y nos exhorta a "salir" de este mundo—a huir de este
sistema babilónico!
Jesús le llama a salir
de la sociedad
Jesús dijo: "Mi reino no es de este
mundo” (Juan 18:36). El era el Mensajero de Dios el Padre que traía las Buenas
Nuevas de un mejor reino —¡el Reino de Dios! Cuando Cristo anduvo en la Tierra
como hombre, hablo a sus discípulos de un futuro gobierno mundial que abolirá y
abatirá todo gobierno de hechura humana que se oponga, y asumirá las riendas de
este mundo (Apocalipsis 2:26-27). El pidió en oración que sus discípulos fuesen
guardados del mundo, es decir, que no fuesen participes del mal de este mundo.
"Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste;
porque tuyos son... el mundo los aborreció, porque no son del mundo… no ruego
que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Juan 17:9,14-15).
¿Sabia usted
que Jesucristo mismo dijo que si usted es un verdadero cristiano, quizás hasta
sus amigos, parientes y relacionados —esta sociedad, el mundo— le aborrezcan?
Lea el
siguiente pasaje:
"Si
el mundo os aborrece, sabed que a mi me ha aborrecido antes que a vosotros Si
fuerais del mundo el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes
yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece” (Juan 15:18-19). Jesús
dijo que la propia familia suya comenzaría a menospreciarle cuando usted se
dispusiera a obedecerle a El. "No penséis que he venido para traer paz a
la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner
en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera
contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa" (Mateo
10:34-36).
Si usted
sigue realmente a Cristo — vive como El vivió; hace las obras que El hizo
—guarda la Ley de Dios como El la guardo —esta sociedad, aun aquellos que
consideraba sus mas íntimos amigos, y sus propios familiares, empezaran a
resistirle, a despreciarle, y hasta a perseguirle.
"Puesto
que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del
mismo pensamiento... Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a
los gentiles . . . A estos [sus examigos de la sociedad] les parece cosa
extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución,
y os ultrajan" (1 Pedro 4:1-4).
Note cuan enérgicamente Dios fija en el animo
de todo cristiano que tiene que descontinuar sus relaciones con esta sociedad
pecaminosa. "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si
alguno ama al mundo, el amor del Padre no esta en el. Porque todo lo que hay en
el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la
vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos;
pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" (1 Juan 2:15-17).
Claro que
los cristianos tienen que continuar viviendo en este mundo. Y mientras obedecen
completamente a Dios —siempre evitando conformarse a este mundo— deben tratar de estar " . . . en paz con
todos los hombres" (Romanos 12:18). Y, si un cristiano tiene diferencia de
opinión con otro, que siempre la exprese sin ser ofensivo.
Calcular el costo
En Lucas 14
Jesús advierte severamente a todo posible cristiano que calcule, que considere
lo que cuesta ser un verdadero seguidor de El. Cuando en las innumerables
campanas evangélicas de hoy se invite a la gente a "decidirse por
Cristo", ¿a cuantos se les dice que calculen y consideren el costo—o se
les hace ver siquiera lo que el costo es?
¿Se les dice
lo que realmente significa eso? ¿Se les instruye cómo entregarse a Dios —como
servir a Cristo— que hacer? ¿Se les enseña que tienen que salir de esta
sociedad , y no conformarse al mundo?
¡No! ¡Decididamente nada de eso se
les dice! Hoy en día a muchos individuos se les insta a "aceptar a
Jesús" o a "recibirle", en el momento en que el aguijón del
remordimiento por errores cometidos en el pasado les acosa. ¡Pero millares no
saben que hacer para llegar a ser cristianos de verdad!
¿Cuál es el costo?
Recuerde que Jesús le dice lo que usted tiene
que hacer para llegar a ser un cristiano.
"No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrara en el reino de los cielos, sino el
que hace ]a voluntad de mi Padre que esta en los cielos" (Mateo 7:21)
“¡Arrepentios!" "¡Haced la voluntad de Dios!", dijo Cristo.
La voluntad
de Dios se expresa en su Palabra. "Tu palabra es verdad" (Juan
17:17). Es la verdad, la Palabra de Dios, la que le haré libre. He aquí, pues,
lo que realmente cuesta llegar a ser un verdadero cristiano, y llegar a ser un
hijo engendrado de Dios:
¡El costo es su propia vida!
¿Le
sorprende esta aseveración? Quizás si, a menos que piense que he empleado esa
afirmación como una especie de "fraseología espiritual", que no es
sino otra manera de decir: "da tu corazón al Señor", o algún
sentimentalismo similar.
La Palabra de Dios le dice que usted debe,
literalmente, dar su vida por Cristo. "Arrepentios, y bautícese cada uno
de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis
el don del espíritu Santo" (Hechos 2:38). Cuando todo su ser haya sido
quebrantado, su voluntad este totalmente hecha añicos, y sienta absoluta
aversión hacia su persona— profundo aborrecimiento hacia sus acciones y manera
de vivir—su ego, que es la vanidad dentro de su persona— ¡entonces usted debe ser bautizado!
Un cambio de la mente
El apóstol
Pablo era un cristiano verdadero. Tenia el espíritu de Dios, que esta prometido
a todo aquel que efectivamente entregue su vida, rinda su voluntad, y lleve a
cabo la ordenanza del bautismo, y se allegue al trono de gracia de Dios, con
toda humildad. Pablo dijo: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya
no vivo yo, mas vive Cristo en mi; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en
la fe del Hijo de Dios, el cual me amo y se entrego a si mismo por mi"
(Gálatas 2:20).
Después de
usted arrepentirse y ser bautizado, lo cual simboliza la sepultura del ego
carnal y hostil hacia Dios— el espíritu Santo es implantado dentro de su mente,
y la hace cambiar. Jesucristo empieza a motivar, o estimular sus pensamientos,
a guiar y dirigir cada una de sus acciones—a vivir de nuevo su vida, pero ahora
dentro de usted.
¡Y todo eso
lo hace El por medio del poder del espíritu Santo de Dios! Este es un
gran misterio para la mayoría de los seres humanos—y sin embargo, el espíritu
de Dios tiene que entrar a nuestras mentes carnales para cambiarlas y hacerlas
sumisas, humildes y obedientes a Dios, en todo aquello en que, en otro tiempo,
eran antagónicas, irritables y rencorosas hacia nuestro Creador. El recibir el
espíritu de Dios que cambia la naturaleza humana, es la recepción de un poder
exterior—¡el engendramiento que nos convierte en hijos de Dios!
Una actitud cambiada
Si es usted un verdadero cristiano, ya no
podrá seguir ciegamente las costumbres y practicas de esta sociedad. Por lo
contrario, empezara a preguntarse: "¿Cuál es la voluntad de Dios? ¿Que
dice Dios acerca de esto?" Y empezara a escudriñar la Biblia para saber la
voluntad de Dios.
Su perspectiva y su actitud gradualmente
vendrán a ser según el modo de obrar de Cristo. Empezara a decir con El:
"Mas no se haga mi voluntad, sino la tuya".
En todo
aquello en que usted seguía la corriente de la mayoría: creencias religiosas,
actividades sociales, maneras de vestir, la practica de los negocios, etc.— en
todas estas cosas, en todas estas corrientes usted deseara mirar mas
detenidamente. Ahora usted comenzara a inquirir, a indagar mas a fondo la razón
y el origen del camino de los muchos. Y deseara indagar y confirmar
primeramente cual es la voluntad de Dios acerca de esos modos de vida.
Esa es la
definición de un cristiano.
Un cristiano
es aquel que vive por cada palabra de Dios.
"No
solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de
Dios" (Mateo 4:4). ;Tales fueron las palabras de su Salvador! Pero, ¿viven
los mas que profesan ser cristianos por cada palabra de Dios?
¡No! La
mayoría de los que profesan ser cristianos ni siquiera saben una pequeña
porción de lo que la Palabra de Dios dice. Debido a que no estudian la Biblia, ni han empezado siquiera a alimentarse con
la Palabra de Dios, crédulamente aceptan y reciben todo lo que otros dicen y
creen.
Lo que esto significa
para usted
El cristiano
es, pues, conquistado por Dios. Su voluntad carnal queda completamente
quebrantada. Se da perfecta cuenta de que ha pecado. (El pecado es cualquier
acción contraria a las Leyes de Dios [1 Juan 3:4].) Entonces el clama a Dios e
implore perdón por aquellos pecados, y ruega que le sea levantada la pena de muerte
que toda trasgresión trae consigo (Romanos 6:23). El acepta la promesa de Dios
de perdón, en fe, por medio de su aceptación del sacrificio de Cristo, su aceptación
de la muerte de Jesús, sufrida en su lugar. El cristiano cumple luego con la
ordenanza del bautismo, demostrando así su sinceridad para con Dios. El
confía en que Dios sostendrá y cumplirá su promesa de darle el espíritu Santo,
como resultado del arrepentimiento y el bautismo que El ordena en su palabra. Entonces —y nunca antes de ese entonces— usted
se convertirá en un verdadero cristiano.
Finalmente,
usted empezara a practicar habitualmente Ia vida misma de Cristo. "El que
dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la
verdad no esta en el" (1 Juan 2:4). "El que dice que permanece en el
[que es un cristiano], debe andar como el [Cristo] anduvo" (1 Juan 2:6).
El verdadero cristiano, que realmente se ha arrepentido, vivirá como Cristo
vivió. Guardara las Leyes de Dios, será obediente a El en todo y se convertirá
en receptor de la inmensa felicidad e incontables bendiciones que vienen
aparejadas con la obediencia.
"Pues
para esto fuisteis llamados: porque también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas" (1 Pedro 2:21).
¡Examínese a si mismo!
Estudie
estos pasajes en su propia Biblia. Muchos de ustedes piensan que ya están
"salvados" y que ya son buenos cristianos. "Así que el que
piensa estar firme, mire que no caiga" (1 Corintos 10:12).
Recuerde la amonestación: "Examinaos a
vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os
conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo esta en vosotros, a menos que estéis
reprobados?". (2 Corintios 13:5). Servir a Cristo — obedecerle, vivir como
El vivió, seguir a Cristo, imitar a Cristo. ¡Eso es lo que significa entregarse
a El!
(Que es un verdadero cristiano? Por Herbert W Armstrong)
Temas conectados
Capítulo 1: El sermón del monte
Capitulo 2: ¿Qué es el verdadero arrepentimiento?
Capitulo 3: ¿Debe usted ser bautizado?
Capitulo 4: Usted puede ser saturado del poder de Dios
Capitulo 5: La tentación vencida
Capitulo 6 :El por qué de las oraciones sin respuesta
Capitulo 7: Claves para la oración efectiva
(Que es un verdadero cristiano? Por Herbert W Armstrong)
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Capítulo 1: El sermón del monte
Capitulo 2: ¿Qué es el verdadero arrepentimiento?
Capitulo 3: ¿Debe usted ser bautizado?
Capitulo 4: Usted puede ser saturado del poder de Dios
Capitulo 5: La tentación vencida
Capitulo 6 :El por qué de las oraciones sin respuesta
Capitulo 7: Claves para la oración efectiva
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